Había una vez, en una selva tropical, un joven grano de cacao llamado Koa. Koa crecía en un árbol frondoso, rodeado de hermanos y amigos, soñando con el día en que cumpliría su destino.
Un día, el árbol fue cosechado y Koa comenzó su viaje. Conoció a un campesino llamado Luis, quien lo seleccionó y lo fermentó con cuidado. Koa se transformó, desarrollando su sabor y aroma único.
Luego llego a una fábrica llamada Chocofruts, Koa fue mezclado con azúcar y leche creando uno de los mejores chocolates de la fábrica, Koa se sintió feliz de haber cumplido su propósito en la vida.
Pero Koa no se detuvo, así que viajó a varias partes del mundo conociendo a personas que lo disfrutaban de distintas maneras: en una taza de chocolate, en un postre, chocolate o como un regalo.
Koa se dio cuenta que su vida había sido única y especial, ya que había cumplido su sueño, uniendo a las personas y trayendo felicidad.
Aunque su forma no era igual su espíritu permaneció vivo, recordando de donde vino y de donde era, y la alegría que había traído a todos los que comieran de su chocolate.
Finalmente, Koa murió, pero dejó una semilla, la cual creció y se convirtió en un árbol sano y fuerte de cacao, pronto sus semillas dieron frutos y al igual que Koa sus frutos también querían cumplir su destino.
MORALEJA
Cree en ti mismo y lograrás grandes cosas.
Autora: Mariangel Cuervo Giraldo.